Me han dicho que hay un lugar donde el sol del mediodía no quema, donde las noches de luna llena no te hacen llorar. No sé por qué esa necesidad de viajar tan lejos de la realidad, poniéndote una caretas en el corazón pretendes olvidar. El pasacalle en Campichuelo, aquellas noches que bajo un pañuelo me decías "Mi amor, yo nunca te voy a cambiar". Por suerte me subí a un tranvía justo cuando me iba a atar a las vías, que me dijo "Campeón, puedo ayudarte en tu elección". Pero te advierto que este tren consejero, que no sabe lo que es mirar atrás, me ha dicho que en tu estación no va a parar.
sábado, 21 de abril de 2012
spending my time
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