jueves, 11 de octubre de 2012

El calor del pleno invierno.

-Quisiera saber qué hago para apagar este fuego? Por qué dios me dió los ojos, si prefería ser ciego?
-Me ví rompiéndome el alma por situaciones que yo mismo elijo sentir.
-Sé que te vas a las nueve, sé que me muero a las diez.
-No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fué para no volver.
-Es sentirme acorralado, es por no haber apreciado, y yo mismo haber tirado lo que la vida me dió. No sigo más, no tengo resto.
-Poder morir o matar. Que ya no te importe nada, que nada te venga bien, o bien terminar con todo poniéndo el caño en tu cien. Yo no elegí este calvario, yo no nací sin el alma...
-Que te parezca irritante que alguien rece en su mezquita, o que le crea a una virgen o al dios de las estampitas. Y hasta perder los estribos porque no amo tus colores; si no me pongo esa ropa, si no canto esas canciones.
-Quisiera hacerme valer, encontrarle solución a todo. Tengo que salir, tengo que volver a ser, escucharte y encontrar el modo. Tengo siempre tantas dudas...
-Tal vez un día quiera volver, pero está ciego, no puede ver, que cruzó el cerco, ya no es su cuerpo, y su cabeza no entiende. Que ya no hay tinta, que no hay papel, gritos, caricias, que le hagan ver.
-Quíen es usted impostor?, se escucha en la madrugada. Ella esperaba el amor cómodamente sentada. Él la vió una sola vez, y le quemó la mirada.
-Complicamos todo sin hallar el modo de hacerlo bien. Solitaria, cada ola besa la roca y se va.
-Puede que sea difícil hablar conmigo; a veces soy incoherente o me contradigo. Puedo gritarle a la gente que más quiero, tal vez abrace a todos mis enemigos.
-Hasta nunca, mi amor. Hasta nunca, corazón. Llego al vacío sin nada que perder.

El listado de mis amores, el calor del pleno invierno, mi felicidad del momento. Eternamente ntvg.

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