jueves, 4 de octubre de 2012

¿Cuánto tiempo más voy a estar esperando que te vayas? Es algo que me persigue, me frustra y no me deja de preocupar. Me agarra desprevenida, me absorbe. Llegué a llorar por momentos, horas, días. Y lo admito, no me canso de hacerlo, porque a pesar de todo, me hace sentir mejor, pero ya es tiempo de que me levante y siga adelante. No hay que temer a lo malo, es algo de lo que me acabo de dar cuenta. Podemos acabar con eso, pero no lo vemos. Es más fácil gritar, es más fácil pedir ayuda, es más fácil llorar y caer. Pero no nos damos cuenta de que nosotros mismos tenemos el poder de terminar eso. 
Destruye lo que te destruye... No nos dejemos caer.

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